domingo, 27 de diciembre de 2015

Vuelve.

No puedes decir adiós a aquello que todavía no ha empezado. No puedes decir que lo oscuro es tristeza si no has visto sus ojos irradiando felicidad. No puedes rendirte si no lo has intentado. No puedes morir si todavía no has vivido. El vapor del café por las mañanas y almohadas empapadas de ti por las noches. Lluvia y mar, sombra y ciudad, nada más en una rutina que ha llevado todo menos tu nombre. Quiero dejarte. Dejarte con las ganas de que el día tenga veinticinco horas. Dejarte con mi sabor y mi aroma por toda tu piel. Con ganas de mi, de nosotros. Porque sí, porque me has hecho así. Porque contigo no existen las ganas de rendirse, ni los malos recuerdos y el miedo pierde todo el sentido. Porque contigo el pintalabios no se queda nunca. Sonrisas que huyen y se disfrazan de ti, camas vacías que te buscan, corazones que te sufren y labios destrozados que solo saben decir vuelve.

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